Madrid, 22 ene (EFE).- Santi Cazorla, internacional español del Arsenal inglés que lleva mucho tiempo de baja por las lesiones y ha tenido que operarse hasta diez veces, ha afirmado este lunes que ha "tenido muchos momentos de querer tirar la toalla".
Cazorla, no obstante, es optimista sobre su recuperación: "Si las cosas van bien, probablemente pueda estar jugando el año que viene a primer nivel. Voy a poder conseguirlo".
El futbolista asturiano ha tenido que pasar hasta diez veces por el quirófano. El inicio de sus problemas comenzó en 2015 por molestias de tobillo. En octubre de 2016 tuvo que retirarse en el partido de la Liga de Campeones que se disputaba contra el Ludogorets.
La novena operación fue el 30 de mayo y le diagnosticaron cinco meses de baja.
La última intervención llegó cuando se especulaba que podría volver a los terrenos de juego al inicio del 2018, tal y como señaló incluso su técnico, el francés Arsene Wenger.
"La ultima operación fue hace siete semanas y era la décima (no la Copa de Europa)", dijo sonriendo.
"Muchas cosas se podían haber evitado pero ya no solucionan nada. Hay problemas muchos peores en la vida, aunque esto me pueda hacer dejar de jugar al fútbol", agregó.
"No sé si me habrá olvidado jugar al fútbol y tocar balón... Me hacen algún ejercicio para engañarme, pero tengo muchas ganas", explicó.
Sobre un hipotético regreso a España, Cazorla dijo: "Nunca cerré la puerta a volver al Oviedo. España me ha dado mucho, es una liga que me encanta y puede ser una opción volver el día de mañana".
Y sobre su futuro cuando deje el fútbol, Cazorla señaló: "Me plantearía ser entrenador, pero lo mismo no me creen por tener una sonrisa en la boca".