Santiago de Chile, 30 dic (EFE).- Luego de varias semanas de gestiones con sabor a culebrón, el publicitado regreso de delantero Lucas Barrios al Colo Colo chileno cerró su último capítulo sin final feliz y un adiós definitivo entre los dirigentes y el ariete paraguayo de origen argentino.
Ante los entrecejos fruncidos de hinchas que idolatran a Lucas, que dejó una marca de 49 goles en 53 partidos jugados en su anterior estancia en el equipo, el dirigente dijo que las cosas se habían malinterpretado y organizó el viaje a Buenos Aires junto a Pablo Morales, uno de sus colaboradores más cercanos.
En la capital argentina se reunieron primero con Lucas Bernasconi, el agente del futbolista y posteriormente con el ariete, a quien, según el diario El Mercurio, le ofrecieron un contrato por dos temporadas a cambio de 1,2 millones de dólares por año.
De acuerdo con la versión, Barrios pidió 1,7 millones de dólares por año, a razón de 87 millones de pesos chilenos mensuales, que lo convertirían en el jugador más caro de la plantilla, desplazando al centrocampista Jorge Valdivia, que cobra 62 millones de pesos (100.000 dólares) al mes.
Mossa respondió que no estaban en condiciones de pagar lo que pedían y fue la ruptura definitiva con el jugador, cuyo fichaje tenía la aprobación del técnico Pablo Guede.
"Quedamos con la tranquilidad de que hicimos todo lo posible. Lucas siempre tendrá las puertas abiertas en Colo Colo. Él y su representante nos dijeron que no, así que debemos buscar por otro lado", dijo Mosa tras su regreso a Santiago.
"Por parte nuestra no habrá otra oferta, hicimos una muy buena propuesta, muy importante y la desecharon. Le ofrecimos ser uno de los sueldos más altos del plantel", añadió.
Mientras se comentaba en algunos mentideros del fútbol que la oferta a Barrios había desatado celos de camarín, con exigencias de algunos jugadores de un aumento salarial pues no se sienten inferiores a Lucas.
El jugador no se quedó callado y en declaraciones hoy a varios medios culpó a Mosa del fracaso de las gestiones, insistiendo en que en realidad el dirigente nunca quiso su retorno.
"Esto estaba todo preparado, le hizo creer a la gente de Colo Colo que venía a firmar. Quería dejarme expuesto ante la gente. No fue un tema económico. Dijo que no se habían dado las cosas porque yo había pedido algo y eso es totalmente falso", subrayó.
Agregó que se ha sentido "tratado como un papel" y que es "una vergüenza" que alguien como Mosa sea presidente del Colo Colo. "Que no le mienta más a la gente", dijo Barrios, que aseguró que si le interesara la plata, "tengo posibilidades de irme a jugar a cualquier lado del mundo".
A su juicio, "esta fue una estrategia armada por el presidente para decirle a los hinchas que les cumplió, pero les miente. Esto no se hace conmigo ni con un juvenil", cerró.
Tras cerrarse la historia con Barrios, el Colo Colo ha puesto ahora los ojos en Lisandro López, jugador emblemático del Racing argentino, según medios locales.