Valencia, 18 ene (EFE).- El Valencia inicia este sábado, en Las Palmas, la segunda vuelta de LaLiga con el objetivo de mantener su rendimiento de la primera, aunque para lograrlo deberá evitar los registros que obtuvo su entrenador, Marcelino García Toral, en esa fase de la temporada cuando dirigió al Villarreal.
Por lo que respecta a Marcelino, el técnico asturiano recaló en el Villarreal en el ecuador de la campaña 2012-2013, cuando el equipo militaba en Segunda División, pero logró el ascenso de categoría en ese mismo ejercicio y lo dirigió en la elite del fútbol español durante tres campañas completas, de la 13-14 a la 15-16.
En esas tres campañas el Villarreal de Marcelino ofreció siempre un rendimiento superior en la primera mitad de la temporada que en la segunda, con una acusada diferencia entre los puntos alcanzados en una fase y otra.
Curiosamente, en los tres ejercicios, el Villarreal de Marcelino calcó el rendimiento obtenido en la segunda parte del campeonato liguero, ya que en las tres ocasiones sumó veinticinco puntos, cantidad sensiblemente inferior a la conseguida en las primeras vueltas.
De hecho, en el primer curso completo en el Villarreal, en la Liga 2013-2014, cerró el torneo con 59 puntos, 34 de ellos sumados en la primera vuelta frente a los veinticinco de la segunda, que dejaron al equipo en sexta posición y clasificado para la Liga Europa.
En el siguiente ejercicio, el 2014-2015, el equipo de Marcelino copió prácticamente su rendimiento del año anterior, tras alcanzar los sesenta puntos, divididos en los 35 que logró en la primera vuelta y los veinticinco que nuevamente acumuló en la segunda, que le hicieron repetir la sexta plaza y jugar una nueva edición de la Liga Europa.
Pero el mejor Villarreal de la 'Era Marcelino' llegó en la que fue su última temporada en el conjunto castellonense, con una sobresaliente primera vuelta en la que llegó a los 39 puntos a los que sumó otra vez veinticinco en la segunda para alcanzar 64 puntos con los que el 'submarino amarillo' disputó la ronda previa de la Liga de Campeones.
Otro dato positivo de aquel Villarreal de Marcelino fue la mejoría progresiva que experimentó en su rendimiento defensivo entre la primera y última temporada y que derivó en un mejor resultado al final de la campaña.
Ese rendimiento ascendente defensivo supuso que el Villarreal cerrase el primer curso con 44 goles en contra, 37 el siguiente y 35 el último.
Además, antes de la etapa en Villarreal y en la única temporada completa en la que dirigió a un equipo en Primera, el Racing de Santander de la campaña 2007-2008, el equipo cántabro también logró más puntos en la primera vuelta que en la segunda.
En una brillante Liga con Marcelino al frente, el Racing sumó 32 puntos hasta el ecuador del torneo y veintiocho en la segunda mitad liguera que le dejaron con sesenta puntos y el sexto puesto de la clasificación final.
Asimismo, con 41 goles recibidos, el Racing acabó con el tercer mejor registro defensivo de aquella liga, solo superado por los 36 del Real Madrid, que fue campeón, y los cuarenta goles del Villarreal, subcampeón en aquella Liga 07-08.