Londres, 13 ago (EFE).- El Leicester inició este sábado la defensa del título de la Premier League conquistado la pasada temporada con una sorprendente derrota en el KC Stadium a manos del recién ascendido Hull City (2-1).
Ante los vigentes campeones estaba un Hull que, a priori, parecía el equipo ideal para arrancar de la mejor manera la competición, puesto que los 'Tigers' no tenían entrenador -el interino Mike Phelan se sentó en el banquillo- y habían sufrido una plaga de lesiones en la pretemporada que obligó a convocar a varios canteranos.
El Leicester presentó prácticamente el mismo equipo que le llevó a levantar el título hace sólo unos meses, con las únicas novedades de Luis Hernández, Andy King, Demarai Gray y el nigeriano Ahmed Musa, el fichaje más caro en la historia del club.
El español Hernández, llegado gratis procedente del Sporting de Gijón, ocupó la plaza del sancionado Huth, al tiempo que King, Gray y Musa hicieron las veces de Kanté, Marc Albrighton y Shinji Okazaki.
La primera ocasión de ligero peligro para los visitantes no llegó hasta el minuto 19, en una incursión por la izquierda del rapidísimo Musa, que dejó sentado a dos defensas y puso un balón al punto de penalti, donde Vardy, con la pólvora mojada este sábado, no acertó a rematar.
El ariete inglés tuvo también el 0-1 en sus botas a falta de cinco minutos para el entretiempo, pero no aprovechó un rechazo del guardameta Jakupovic tras un buena triangulación entre Fuchs y Musa.
No tuvo su día Vardy, y apenas 120 segundos más tarde mandó por encima del travesaño un buen pase desde la derecha de un Musa que estaba volviendo loca a la zaga local.
Sin embargo, con el tiempo ya cumplido, y cuando todo apuntaba a un empate sin goles al descanso, el noruego Adama Diomandé, con la ayuda de su compañero Aber Hernández, mandó el balón al fondo de la red tras un rechazo de Kasper Schmeichel. Excesivo premio para unos 'Tigers' que no se podían creer que estuvieran ganando a los vigentes campeones.
A la vuelta de vestuarios, cuando no se habían cumplido los primeros 30 segundos, el partido dio un giro de 180 grados después de que el árbitro, el siempre controvertido Mike Dean, señalara un más que dudoso penalti de Tom Huddlestone sobre el joven Gray.
No falló Riyad Mahrez, el mejor jugador de la pasada campaña, que engañó al guardameta y subió el 1-1 al marcador del KC Stadium para alivio de un Ranieri que no paraba de dar instrucciones desde la línea de cal.
Pese al tanto del empate, no se vinieron abajo los locales, y a los 11 minutos de la reanudación se volvieron a poner por delante merced a un gran gol de extremo escocés Robert Snodgrass, que desde la frontal del área batió con la zurda a un dubitativo Schmeichel.
El propio Snodgrass pudo anotar poco después el tercero de los suyos con una gran falta lateral que despejó el arquero danés sobre la línea de gol.
Sin embargo, pese a las intentonas de los visitantes, que dieron entrada a dos delanteros -Leo Ulloa y Okazaki por Simpson y Gray, respectivamente-, el electrónico no se volvió a mover y el Hull celebró su regreso a la élite del balompié inglés con una sonada victoria sobre los vigentes campeones.