París, 24 ene (EFE).- El expresidente de la UEFA Michel Platini ha recurrido contra su suspensión de toda actividad ligada al fútbol, dictada por la FIFA por corrupción, ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) con la intención de rehabilitar su imagen.
Desde hace tres años, Platini está apartado del fútbol por una decisión del Comité de Ética de la FIFA por haber cobrado en 2011 1,8 millones de euros del entonces presidente de la máxima instancia del fútbol mundial, Sepp Blatter.
Inicialmente suspendido durante 8 años en diciembre de 2015, su pena fue reducida a seis por la Comisión de Apelación de la FIFA y a cuatro por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) en mayo de 2016, sanción que fue confirmada por la justicia ordinaria suiza en julio de 2017.
A sus 62 años, el francés -cuya sanción acaba en octubre de 2019-, no se conforma con esa situación y ha acudido a la última instancia posible, el Tribunal de Estrasburgo, ante el que presentó el mes pasado un recurso por violación de tres artículos del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Platini considera que no tuvo un proceso justo en el procedimiento ante los diferentes comités de la FIFA y ante el TAS, que no se respetó el principio de reciprocidad y que se le impidió ejercer libremente su actividad profesional.
En el primer caso están en el punto de mira del recurso de Platini la jurista de Trinidad y Tobago Vanessa Allard, que instruyó la acusación en el Comité de Ética.
También ataca al entonces portavoz de ese organismo de la FIFA Andreas Bantel, que filtró a la prensa elementos de la instrucción "con el objetivo de perjudicar la reputación" de Platini, según relata a "Le Monde" su abogado William Bourdon.
El tercer blanco de su denuncia es el presidente del Comité Electoral de la FIFA, Domenico Scala, que en una entrevista en la prensa se mostró claramente contrario a la candidatura de Platini en el momento en el que se estaba evaluando su conveniencia.
Todos ellos, según Bourdon, perseguían frenar la llegada de Platini al frente de la FIFA por temor de que en el cargo restaurara la integridad y la transparencia de la institución.
Para el abogado existen lazos "serviles" entre los miembros de las comisiones disciplinarias de la FIFA y sus instancias ejecutivas favorecidas por los procesos de nominación y por vínculos financieros.
Platini, por su parte, denuncia que la FIFA es "una organización extraterritorial que dispone de su propia justicia, como en la Edad Media", y "pilotada por una casta de burócratas que no rinden cuentas ante nadie".
"Solo tenían una obsesión -se queja-: eliminarme de la carrera a la presidencia porque yo amenazaba sus ventajas y privilegios".