México, 30 oct (EFE).- La afición mexicana rebasó este domingo los 120.000 asistentes al autódromo Hermanos Rodríguez para el Gran Premio de México y con ello se confirmó como las más colorida y apasionada en el campeonato de la Fórmula 1.
Entre las 7 y las 9 de la mañana, hora local, la afición saturó el Metro de la Ciudad de México, la vía de transporte recomendada por el Gobierno de la capital para llegar al escenario automovilístico.
El uso de prendas de vestir como camisas, camisetas, gorras (cachuchas en México) y zapatillas deportivas delataba a los miles de aficionados utilizaron el transporte público para trasladarse y dejaron sus autos en casa o en diferentes estacionamientos de la ciudad para tener un rápido arribo al autódromo.
En el escenario, las máscaras de luchadores mexicanos, un tema recurrente en los eventos deportivos, fueron el denominador en las tribunas que lucieron a su máxima capacidad en una carrera atractiva en la que estaba en juego el título pero que al final dejó al campeón para las carreras de Brasil y Abu Dabhi.
El atractivo del título llamó a los aficionados locales, quienes también alentaron al piloto mexicano Sergio Pérez, de Force India, en todo momento.
Pérez, séptimo de la clasificación de pilotos, se enfrascó en una batalla con el brasileño Felipe Massa, de Williams, pero la experiencia del segundo mantuvo a raya al primero que intentó por todos lados pero que no pudo rebasar.
La llegada tarde de miles de personas al circuito, el caos vial del primer año quedó atrás y las autoridades se mostraron más previsores para esta segunda carrera.
Las autoridades además diseñaron un plan alrededor del autódromo para evitar cualquier problema.
En las tribunas todo fue entretenimiento, felicidad y sol, con una temperatura a la sombra de 21 grados, que fue mitigada con agua, soda o cervezas según gustos, sexo y edad.
Los mexicanos volvieron "armar" una fiesta alrededor de la carrera.
En todas las gradas el apoyo fue constante y en aumento conforme se acercaba el final de la carrera y que detonó nuevamente, al igual que en 2015, con la premiación en el Foro Sol festejada por más de 25.000 aficionados.
Ante el éxito de la carrera, la cual respondió a la expectativas de la Fórmula Uno, los organizadores ya estudian la posibilidad de ofrecer la primera tanda de boletos para el tercer Gran Premio de México que se correrá en 2017.