Houston (EE.UU.), 17 ene (EFE).- Los Rockets de Houston recibieron hoy la notificación de la NBA de las suspensiones al alero de origen dominicano Trevor Ariza y al escolta-alero reserva Gerald Green por haber entrado de forma agresiva en el vestuario de Los Angeles Clippers, en el Staples Center.
Las acciones se dieron después del partido que el pasado lunes ambos equipos disputaron y que los Clippers ganaron por 113-102 con las expulsiones de Ariza y el ala-pívot estelar de los Clippers Blake Griffin, que al final no recibió ninguna suspensión.
Ni tampoco el base Chris Paul y el escolta James Harden, de los Rockets, que también entraron al vestuario de los Clippers, pero fue para tratar de tranquilizar los ánimos, de acuerdo a la información ofrecida por la propia NBA.
La suspensión de Ariza y Green llega en el peor momento para los Rockets que ya sufren la baja de Harden y tendrán que enfrentarse mañana, jueves, a los Timberwolves de Minnesota, líderes de la División Noroeste, y el sábado a los Warriors de Golden State, ambos partidos en el Toyota Center.
Dentro de la organización de los Rockets no han querido hacer ningún comentario sobre el castigo que les ha impuesto la NBA a sus jugadores, pero consideran que los grandes provocadores fueron los Clippers, con Griffin a la cabeza, que inclusive hizo contacto físico con el entrenador Mike D'Antoni, y el base Austin Rivers, hijo del entrenador de los Clippers, Doc Rivers, fue el culpable.
De hecho, los jugadores de los Rockets que entraron en el vestuario de los Clippers fueron a enfrentarse con Rivers, que los insultó y provocó todo el tiempo durante el partido.
Tampoco ven lógica la decisión de la NBA de no castigar a ningún jugador de los Clippers, incluido Griffin, que al concluir el partido siguió burlándose de los jugadores de los Rockets.
Pero el vicepresidente de operaciones de la NBA, Kiki VanDeWeghe, dijo que habían llevado acabo un investigación exhaustiva y viendo todos los vídeos antes de tomar una decisión.
"Entraron en el vestuario de los Clipper para enfrentar a algunos o uno de los jugadores de los Clippers, enfrentar a su oponente", explicó VanDeWeghe. "En circunstancias como esta, sus acciones fueron agresivas".
El directivo de la NBA fue categórico al considerar que entrar al vestuario de otro equipo inmediatamente después de un partido es algo totalmente inapropiado y muy provocador para que los jugadores lo hagan, dado que generan una situación muy peligrosa.
La NBA entrevistó a más de 20 personas y descubrió que Ariza y Green intentaron entrar de forma agresiva en el vestuario de los Clippers y que Paul y Harden también lo hicieron, pero para tratar de calmar los ánimos, por eso no fueron suspendidos ni multados.
"Entrevistamos a mucha gente de ambos lados. Ambos tipos eran pacificadores", dijo VanDeWeghe sobre Paul y Harden. "Ambos trataron de difundir la situación en el pasillo. Intentaban sacar a ... sus compañeros de equipo del vestuario. Los dos estaban en esa misma línea. Y eso vino de ambos lados. Nos sentimos cómodos de que fuera su papel y, como tal, no habría ninguna penalización ".
En cuanto a las acciones de Griffin y su posible contacto físico con D'Antoni, VanDeweghe, insistió que habían dedicado horas para ver los vídeos de la acción desde todos los ángulos y llegaron a la conclusión que se trató de un contacto realmente mínimo, motivo por el que no decidieron que el jugador no fuese castigado.
Sin embargo, D'Antoni insistió después que hubiese concluido el partido que Griffin, al margen de haberle hecho contacto físico, se dedicó todo el partido a provocar, sin tener la menor "ética" profesional que cualquier jugador debe mostrar en el campo.
"Para nada aprecio la manera ni el comportamiento que tuvo Griffin, ni creo que sea el mejor que ayude a nuestro deporte", comentó D'Antoni. "Al final se vio lo que se vio, una situación demasiado tensa".
Griffin, a pesar de haber sido expulsado y haber vivido la entrada de los jugadores de los Rockets en el vestuario de los Clippers, siguió "burlándose" de los jugadores de los Rockets al decirles a los periodistas que a D'Antoni "le devolvió lo que él me había dicho antes, y Ariza a que me podía invitar a la fiesta de su cumpleaños".