Redacción deportes, 30 oct (EFE).- Una bola que besó la cinta y cayó mánsamente en el campo de Angelique Kerber, proporcionó a la eslovaca Dominika Cibulkova el título más importante de su carrera, el Masters en Singapur, tras imponerse en la final a la germana por 6-3 y 6-4.
A la subcampeona del Abierto de Australia hace dos años le costó 76 minutos de dura lucha, y cuatro bolas de partido, cediendo una de ellas con una doble falta y las otras dos con sendos fallos de derecha.
Pero "Domi", una de las jugadoras de menos altura del circuito (1,61 metros) no desesperó y luchó en la cuarta. La fortuna se alió con ella en el último punto, cuando Kerber se arrastraba de esquina a esquina de la pista, luchando hasta el límite de sus fuerzas.
Campeona este temporada en Katowice, Eastbourne y Linz, además de ser finalista en Acapulco, Madrid y Wuham, con su victoria en el Masters, Cibulkova acabará la temporada quinta del mundo, por delante de la checa Karolina Pliskova y la española Garbiñe Muguruza. Kerber tenía asegurado ya, desde el inicio del torneo, que acabaría la temporada como número uno del mundo, y había recibido el trofeo que lo acredita día atrás.
"Llegué aquí por primera vez y salgo campeona, es una gran felicidad", dijo la eslovaca nada más acabar el encuentro, "he tenido suerte en la primera fase (perdió un encuentro) y hoy he vuelto a tenerla en la final", reconoció Cibulkova.
Luego, momentos antes de recibir el trofeo Billie Jean King de manos de Monica Seles, campeona tres veces del Masters, la eslovaca tuvo palabras para Kerber. "Has sido mi inspiración este año y éste es el momento más importante de mi carrera", dijo.
Kerber sacó todo lo positivo de esta temporada en la que ha acabado líder y también número de victorias (63). "Ha sido increíble porque he ganado dos Grand Slams (Abierto de Australia y Abierto de EE.UU.) y hoy he dado todo lo que tenía en la pista", añadió.