Redacción Deportes, 15 ene (EFE).- La primera jornada del Abierto de Australia acabó con las victorias de Rafael Nadal, primer favorito, de Pablo Carreño, décimo y de Carla Suárez, pero con la derrota de David Ferrer, ante el ruso Andrey Rublev.
Diez años después y en su 13ª participación en este grande, Nadal volvió a lucir camiseta sin mangas, esta vez de color blanco, y pantalón rosa, a juego con sus muñequeras y cinta del pelo. El español, ganador en 2017 de Roland Garros y del Abierto de Estados Unidos, se mostró muy superior al dominicano en el primer duelo entre ambos.
Era el primer partido oficial de Nadal después de caer ante el belga David Goffin en la primera ronda de las ATP Finals de Londres en noviembre, y perderse después la exhibición de Abu Dabi y el de Brisbane en el comienzo de esta temporada, para recuperarse de su lesión en la rodilla derecha, y el español jugó a placer.
El único momento de "peligro" para el ganador de 16 grandes fue en el sexto juego del segundo parcial, cuando Nadal desperdició dos puntos de set con su saque y Estrella Burgos logró su única rotura, que celebró como si hubiera ganado el encuentro con el puño en alto. 'Rafa' le devolvió la moneda a continuación.
El próximo rival de Nadal será el argentino Leonardo Mayer, 52 del mundo, de 30 años, que derrotó al chileno Nicolás Jarry, por 6-2, 7-6 (1) y 6-3. Por su parte del cuadro se han producido varios resultados que pueden allanar el camino del jugador de Manacor, porque cayeron el surafricano Kevin Anderson y el estadounidense John Isner.
Anderson, finalista ante Nadal en el Open de EE.UU. y undécimo favorito, cedió ante el británico Kyle Edmund por 6-7 (4), 6-3, 3-6, 6-3 y 6-4, mientras que Isner, 16ª, con quien Nadal debía medirse en octavos, cayó ante el australiano Matthew Ebden, por 6-4, 3-6, 6-3 y 6-3.
Fue sin embargo el peor resultado de Ferrer, que llegaba después de firmar semifinales en el torneo de Auckland, y que sucumbió ante el discípulo del español Fernando Vicente, reciente finalista Doha, por 7-5, 6-7 (6), 6-2, 6-7 (8) y 6-2, después de tres horas y 50 minutos de dura lucha.
Ferrer concedió 21 puntos de rotura, y se vio desbordado por los 77 golpes ganadores del joven ruso, de 20 años, para acabar eliminado a las primeras de cambio en su décimosexta intervención en el primer grande de la temporada, donde fue semifinalista en 2011 y 2013.
Pablo Carreño, que este año parte por primera vez entre los diez primeros favoritos, se impuso en su debut al australiano Jason Kubler, invitado especial, de 24 años, y 243 del mundo, por 7-5, 4-6, 7-5 y 6-1, para avanzar en el cuadro donde ahora se enfrentará con el francés Gilles Simon, reciente ganador del torneo de Pune (India), y que solventó su comienzo ante el rumano Marius Copil por 7-5, 6-4 y 6-3.
El español, triunfador en la exhibición de Kooyong, sufrió durante tres horas y 31 minutos, pero al final sumó su victoria número 50 en pista cubierta.
En el cuadro femenino, Carla Suárez una de las tres españolas que participan este año, se impuso a la polaca Magdalena French, de 20 años, 172 del mundo, que venía de la fase previa, por 7-5 y 6-3 en 91 minutos para igualar ya su actuación en el 2017.
La próxima rival de la jugadora canaria será la húngara Timea Babos, 57 del mundo, que produjo una de las sorpresas de la jornada al derrotar a la estadounidense Coco Vandeweghe, semifinalista el pasado año, y décima favorita, por 7-6 (4) y 6-2.