Phoenix (EEUU), 28 ene (EFE).- El jugador más solicitado durante el Día de la Prensa, previo al Super Bowl, fue el corredor estelar de los Seahawks de Seattle, Marshawn Lynch, que a su vez se convirtió en el que menos atendió a las decenas de profesionales de la información que cubren el mayor evento deportivo del año en Estados Unidos.
Lynch se refería a que estaba cumpliendo con las normas de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), que obligan a los jugadores a estar presentes en las conferencias de prensa para responder a las preguntas que les hagan los periodistas.
El corredor estelar había sido advertido que lo multarían con 500.000 dólares si no asistía al Día de Medios de Comunicación.
Los Seahawks y Lynch jugarán el domingo por el título de Super Bowl contra los Patriots de Nueva Inglaterra, en Glendale (Arizona).
Lynch permaneció sólo cinco minutos en el podium, frente a los medios de comunicación, una hora menos que el resto de sus compañeros de equipo.
Al corredor se le hicieron 29 preguntas, pero a todas respondía 'no podrá multarme (la NFL), porque estoy aquí presente'.
Luego de programar el cronómetro de su teléfono móvil, y pasados cinco minutos, Lynch, dijo: 'Tiempo', entonces alejó su micrófono, se levantó y se fue.
Durante los cinco minutos en que estuvo presente, abrió una bolsa de golosinas, se las comió, y cuando se fue, tuvo la cortesía de levantar una grabadora que se le había caído a un periodista.
Pero la amenaza sobre Lynch sigue vigente, y la NFL lo multará en caso de que no asiste el miércoles y jueves a las sesiones de prensa que se llevarán a cabo en el hotel donde los Seahawks se están hospedando, en el área de los suburbios residenciales de Phoenix.
El año pasado, durante Día de la Prensa, Lynch se apareció en la sala vistiendo una sudadera con capucha, usó lentes para sol y sólo dijo 'Yo estoy aquí, sólo listo para la acción, jefe'.
\