El primer finalista de las Finales de la NBA ya está definido: Oklahoma City Thunder venció a los Minnesota Timberwolves en el Juego 5 y avanzó con contundencia. Fue un 124-94 en el Paycom Center, donde el conjunto de Mark Daigneault selló la serie 4-1 y volvió a la máxima cita tras 13 años.
El gran protagonista de la noche fue Shai Gilgeous-Alexander, quien firmó 34 puntos, 8 asistencias y 7 rebotes, además de quedarse con el Trofeo Magic Johnson al Jugador Más Valioso de las Finales del Oeste. Promedió 31,4 puntos, 8,2 rebotes y 5,2 asistencias en la serie.
Pero el brillo no fue solo de SGA. Chet Holmgren firmó una actuación memorable con 22 puntos, 7 rebotes y 3 tapas, dominando ambos costados de la cancha y convirtiéndose en el jugador más joven del Thunder en alcanzar esos números en una final de conferencia. Una noche que quedará en los libros.
Holmgren, que regresó en febrero tras una dura lesión, fue clave desde el arranque. Anotó 7 de los primeros 11 puntos de OKC, incluyendo una volcada tras asistencia de Gilgeous-Alexander que encendió al público. Jalen Williams aportó también lo suyo: 19 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias.
Minnesota, que sorprendió en las rondas anteriores, se vio ampliamente superado en este último juego. Julius Randle fue su mejor anotador con 24 puntos, seguido de Anthony Edwards con 19. Reid y Shannon Jr. aportaron 11 cada uno, pero poco pudieron hacer ante el vendaval de los Thunder.
El equipo de Oklahoma muestra una estructura sólida y un futuro prometedor. Liderado por SGA, con Williams consolidado y Holmgren emergiendo como figura, el Thunder ha demostrado que está listo para competir por el Trofeo Larry O’Brien. Ahora espera rival entre Indiana y New York.
El entrenador Daigneault, junto al gerente general Sam Presti, celebró emocionado y dejó un mensaje claro: “Este grupo aún tiene hambre. No hemos terminado”. El NBA tiene un contendiente serio que aún no ha tocado su techo. Y eso lo convierte en una amenaza real para cualquiera.
Por: Rodolfo Mendoza