Oklahoma City Thunder tomó el mando en las Finales de la NBA con un trabajado triunfo 120-109 sobre los Pacers, en un duelo vibrante que reflejó el carácter de ambos equipos. Con esta victoria, los de Daigneault están a un paso del anillo, en una serie que ha tenido de todo.
En el Paycom Center, el pasado lunes 16 de junio, el Thunder volvió a mostrar su solidez, aunque Indiana se mantuvo siempre cerca en el marcador. Fue en los minutos decisivos cuando emergieron las figuras de Shai Gilgeous-Alexander y Jalen Williams, quienes inclinaron la balanza con autoridad.
Ahora, la serie se traslada a Indianápolis para un juego 6 cargado de tensión, donde los Pacers, empujados por su público en el Bankers Life Fieldhouse, buscarán forzar el séptimo duelo. El problema mayor gira en torno a Tyrese Haliburton, quien abandonó lesionado el último encuentro y es duda.
Esta será la primera vez en toda la postemporada en que el equipo de Rick Carlisle enfrenta una desventaja en la serie, lo que pondrá a prueba su fortaleza mental. La defensa de Indiana, su capacidad de ajustar y aprovechar cada posesión, serán factores determinantes si quieren alargar la eliminatoria.
Pese a todo, en Oklahoma la confianza es total. Ya no depende todo de Shai: Williams, Chet Holmgren e incluso Alex Caruso han demostrado ser piezas clave en momentos decisivos. Si el impulso se mantiene, el anillo podría definirse este mismo jueves por la noche.
Los nombres en cancha también importan. Indiana podría alinear a Myles Turner, Siakam, Nesmith, Nembhard y, si está en condiciones, Haliburton. Por su parte, el Thunder seguiría con Holmgren, Williams, Gilgeous-Alexander e Isaiah Hartenstein, mostrando profundidad y consistencia en su rotación.
La NBA, por tanto, vive horas de expectación. Si Oklahoma gana, habrá nuevo campeón por primera vez. Si Indiana resiste, el domingo tendremos un juego 7 de infarto. La moneda está en el aire, y la emoción está garantizada.