Los triple play siempre son inesperados. La ofensiva en un segundo está montando un rally y en un abrir y cerrar de ojos el inning se acabó. Los defensores se quedan viendo mientras dejan el terreno, como preguntándose, “¿De verdad hicimos eso?”, o “¿Cuántos outs hicimos?”.
Hale – que una vez bateó 50 dobles en una temporada y era conocido como “Malas Noticias” por su poder en el plato – estaba patrullando tercera aquel día. Era considerado también un buen guante, y en el Pittsburgh Sun-Telegraph reconocieron más de una vez su buen trabajo tras la mudanza a la antesala. Pero este día, no fue su gente, sino su cabeza, lo que ayudó a Cleveland.
Cleveland tenía ventaja de 5-1 sobre los Medias Rojas en el cierre del noveno, pero Boston había montado una amenaza. Hicieron dos carreras y tenían las bases llenas sin out. Joe Cronin llegó entonces al plato y mandó una línea por los lados de tercera.
El batazo de Cronin salió tan duro que Hale no tuvo tiempo de meter el guante. Seguramente Cronin pensó que había dado un hit – un extrabases, quizás – y que sumaría una o más empujadas. Pero en vez de eso, “Malas Noticias” le tenía buenas noticias a los Indios.
La bola rebotó en su cabeza, tan alto que le dio tiempo al torpedero Bill Knickerbocker de tomarla antes de que cayera para el primer out. Knickerbocker se la tiró a Ray Hughes para doblar al corredor en segunda y luego Hughes se la lanzó a Hal Trosky en primera para sentenciar el juego. Así es, un triple play de oro por la vía 5-6-4-3.
Si bien no hay videos del juego, la infografía publicada en el St. Louis Post-Dispatch quizás es hasta mejor:
Lastimosamente, si Hale alguna vez hizo algún comentario sobre la jugada, no hay rastros de eso. Después del tripleplay, los equipos tuvieron que jugar el segundo compromiso de una doble tanda, en la que Hale conectó dos hits durante otra victoria de Cleveland.