El verdadero rol de Carrasquilla: ser determinante

Análisis del partido de Adalberto Carrasquilla y su rol en las semis del US Open Cup entre Houston Dynamo y Real Salt Lake

Jaime Alvarado
Por Jaime Alvarado
jaimej1195@gmail.com

Xavi Hernández explicaba hace unos años, las dificultades que conllevaba ser decisivo y determinante desde la posición de ‘5’, y como ello le llevó a adaptarse a una zona más adelantada del campo con el objetivo de serlo. La de interior o enganche, posiciones que, según sus palabras, te dejan con menos tiempo para pensar.

Adalberto Carrasquilla estuvo adscrito a ese contexto en la noche de ayer en el US Open Cup, uno en el que se mueve reiteradamente en su equipo, y en el cual, por lo visto, su calidad es capaz de seguir dejando estampa sobre el verde. Otro partido más.

Actualmente, en la escuadra de Ben Olsen, ‘Coco’ juega como interior derecho en un sistema asimétrico. La base es el 4-2-3-1, pero el equipo cierra con tres en el fondo, sale con uno o los dos mediocentros dependiendo de la forma y líneas de presión rivales, e invita al lateral derecho a hacer toda la banda, mientras que su homónimo de sector opuesto se contiene o suelta dependiendo de la situación. Ahí, cuando el lateral gana altura, Carrasquilla queda dentro del cuadrado entre líneas. Al menos así fue contra Real Salt Lake.

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Mapa de calor de Adalberto Carrasquilla en la selección de Panamá.

Mapa de calor de Adalberto Carrasquilla en la selección de Panamá.

Olsen colmó su XI de mediocampistas, lo que le otorgó múltiples ventajas en la circulación, dificultaba a los de Utah el llegar a tiempo a las basculaciones, referenciar jugadores dentro y mantener la altura del bloque defensivo. Los de naranja movían de lado-lado con parsimonia y tras algún paso intermedio, daban con el extremo/lateral aislado, en ventaja y con espacio para progresar. Esto hundía mucho los ‘Royals’, que terminaban regalando la frontal fácilmente.

Carrasquilla pesando fuera de su mejor rol

El partido de Adalberto agradeció la buena circulación de su equipo para que él pudiera activarse más veces de las que le permite este sistema. Cuando se mantuvo entre líneas, logró generarse espacios para girar y jugar a no más de dos toques, pisando muchas veces área e incluso sumando rupturas hacia la misma. Ahí, en ese half-space derecho, se habilitó una milésima de segundo para definir el encuentro con un chut potente a la base del palo.

Pero fue en su escenario favorito donde dio luz a los ataques de Houston: de cara y jugando frente a la presión. Cuando los suyos lograron ponerlo por delante de las dos líneas del rival (o el mismo ampliaba su accionar saliendo de la entre líneas), es cuando las posesiones cobraban otro sentido. Se vio reflejado en el 1-0, tras un saque de banda. Ahí recibió, ascendió con la posesión enlazándola autonómicamente y filtrando posteriormente al jugador de banda. En esto su partido fue una constante, y es que cada vez que le descubrían la frontal, ‘Coco’ pausó, esperó el desmarque y fue cortante desde el pase con el jugador del costado. Dejó tres jugadas clave, siendo el segundo que más por detrás de su compañero Bassi.

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Esta posición le acerca a la porteria y el proceso de colocarlo en último tercio para clarificar en una zona que lo requiere, es más rápido. Pero, al mismo tiempo, le quita un número de intervenciones y le hace perder su potente rango pasador (37 pases/P y 3,82 pases largos/P de su club por los 50 pases/P y 9.53/P que hace en su selección). En Panamá juega de atrás hacia adelante, mientras que en la MLS lo hace a la inversa. En uno dirige, conecta y hasta finaliza. Y en otro se dedica más a lo último. Su mejor rol parece seguir siendo el primero, por eso sus mejores acciones contra Real Salt Lake vinieron de ahí.

Diferentes modelos, compañeros, necesidades y entrenadores; aunque eso parece pasarle inadvertido, sabiéndose amoldar para acabar siendo decisivo en ambas alturas sin distinción o preferencia. Siguiendo, salvando las distancias, el camino que terminó haciendo Xavi Hernández: aprender a jugar más arriba y seguir influenciando con peso en la base. Panamá lo agradece y su club, también.