Redacción deportes, 13 sep (EFE).- Dos acciones al borde del descanso, un gol de volea de Saúl Ñíguez y un penalti parado por el esloveno Jan Oblak al mexicano Andrés Guardado, domaron este martes a un punzante PSV y provocaron un triunfo esforzado del Atlético de Madrid en su estreno en la Liga de Campeones de esta temporada.
Y porque el partido surgió trepidante, revolucionado y lanzado a un ritmo impresionante. Un ida y vuelta incontrolable a partir de una demostración de intenciones primero. Inicialmente del Atlético, apabullante en campo contrario, los primeros tres minutos; después del PSV, desde el juego aéreo y la velocidad, los tres siguientes.
Sobrevivió el conjunto holandés, porque Jeroen Zoet se cruzó a un balón ante el brasileño Filipe Luis, pero también el Atlético, porque el árbitro inglés Martin Atkinson anuló un gol a Luuk de Jong. Si entendió falta en el salto previo del mexicano Héctor Moreno, fue riguroso; si vio fuera de juego, falló en su decisión.
Un alivio para el equipo madrileño mientras gesticulaba una y otra vez en la banda el argentino Diego Simeone. No le gustan al técnico estos duelos que se mueven en el descontrol, de un lado a otro, sujetos más a lo imprevisto, a lo individual o al contragolpe que al despliegue colectivo, con las consecuentes oportunidades.
Ahí no se siente a gusto su equipo, porque no maneja los tiempos ni los espacios del partido y porque sufre en el desorden por el que transitó casi todo el primer tiempo; un pulso de ambición, presión, fuerza, intensidad... y momentos de buen fútbol, verticalidad, movilidad y desborde del Atlético y del argentino Nicolás Gaitán.
Suplente en las dos primeras jornadas de Liga y sin minutos el pasado sábado en Balaídos, este martes estrenó titularidad. Jugó una hora. Cuando contactó con la pelota, menos de lo que lo hará probablemente según avance su adaptación y acoplamiento al equipo, fue un plus, por su visión, su último pase y su imaginación.
Fueron minutos también de zozobra defensiva, de los que el Atlético salió airoso, porque encontró el gol en el minuto 43, en una volea bonita y certera de Saúl Ñíguez tras un saque de esquina y tres rechaces, y porque el esloveno Jan Oblak irrumpió de forma decisiva al borde del descanso, para estirarse y repeler un penalti lanzado por el mexicano Andrés Guardado y cometido por Giménez sobre Luciano Narsingh, una amenaza siempre por su velocidad y habilidad.
Un momento clave y una reivindicación del guardameta en los lanzamientos desde los once metros. Un punto débil que le achacan sobre todo a raíz de las dos tandas del pasado curso en el torneo, una con el PSV y otra en la final con el Real Madrid, pero que no lo es tanto. Hay dos ejemplos recientes: el penalti que despejó ante el Bayern Múnich en Alemania o la estirada de este martes en Eindhoven.
Sin la primera de ellas, el Atlético no habría avanzado la pasada campaña hasta la final de Milán; sin la segunda, la de hoy, no habría llegado al intermedio en ventaja ni habría encontrado el panorama favorable que le permitió ir por delante en el marcador y jugar con esa circunstancia en la segunda parte del duelo.
Mientras el francés Kevin Gameiro, siempre perseverante en la presión, el desmarque y la intención, perseguía el gol sin éxito -fue sustituido después por el belga Yannick Carrasco-, mientras Tiago Mendes entraba por Nico Gaitán y mientras el partido decaía en ocasiones, el Atlético se sintió minuto a minuto más consistente, sólo alterado por algún remate esporádico sobre su portería.
Ya se jugó más a lo que quería el conjunto madrileño. Nada de contragolpes del bloque holandés, más tiempo para la posesión, más espacios para correr hacia arriba y, por fin, una sensación más o menos de control del Atlético, ganador en Eindhoven por Saúl y Oblak, los protagonistas de un triunfo valioso en Eindhoven.
- Ficha técnica:
0 - PSV Eindhoven: Zoet; Brenet, Schwaab (Gastón Pereiro, m. 80), Isimat-Mirin, Héctor Moreno, Willems; Narsingh (Bergwijn, m. 80), Propper, Guardado, Hendrix (Ramselaar, m. 66); y Luuk de Jong.
1 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Filipe; Saúl (Fernando Torres, m. 77), Gabi, Koke; Gaitán (Tiago, m. 60), Gameiro (Carrasco, m. 65) y Griezmann.
Gol: 0-1, m. 43: Saúl, de volea dentro del área grande.
Árbitro: Martin Atkinson (Inglaterra). Amonestó los locales Héctor Moreno (m. 21) y Luuk de Jong (m. 43) y a los visitantes Gabi (m. 30) y Giménez (m. 46+).
Incidencias: partido correspondiente a la primera jornada del grupo D de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Philips de Eindhoven ante 35.000 espectadores. Lleno.