México, 31 dic (EFE).- A pesar de las críticas que estuvieron en los lindes del bullying, el colombiano Juan Carlos Osorio cumplió un buen año al frente de la selección mexicana de fútbol, que se clasificó a la Copa del Mundo con una mano en la cintura.
En la fase final eliminatoria mundialista de Concacaf, México comenzó con un golpe de autoridad al derrotar 1-2 a Estados Unidos en su casa y aunque eso fue el año pasado, abrió el camino para ganar el boleto sin apuros, con un solo revés, ante Honduras, en el último partido, cuando no había nada en juego.
La selección mexicana tuvo en la Copa Confederaciones un compromiso de máximo nivel. Venció a Nueva Zelanda y a Rusia en su casa y empató 2-2 con Portugal, campeón de Europa, pero fue más destacada en los medios la goleada 4-1 en semifinales ante el campeón mundial Alemania, en la cual México tuvo par de ausencias y jugó su peor partido del año.
En la disputa del tercer lugar, el "tri" estuvo a un minuto de eliminar al Portugal de Ronaldo y si bien fue alcanzado y vencido en tiempo extra, dejó la impresión de estar en condiciones de tutearse con una de las cabezas de serie de la Copa Mundial.
El cuarto lugar fue calificado de fracaso por los detractores del colombiano, quien salió de sus casillas y ofendió a un árbitro, lo cual le significó ser sancionado y no dirigir en la Copa de Oro.
En ese otro torneo, celebrado en Estados Unidos, la actuación fue mala, pero México asistió con un equipo de segundo nivel en el que no estuvo ninguno de los futbolistas involucrados en ligas europeas, utilizados en la Confederaciones.
Verdad que los elegidos tenían calidad para defender el título, pero fueron sorprendidos por Jamaica que los eliminó 0-1 en la semifinal, lo cual le significó a Osorio recibir otra ofensiva de críticas en comentarios en los que se minimizó la ausencia de los principales jugadores.
Es el colombiano un entrenador obsesivo con el estudio del fútbol, sobrio y educado. Da pocas primeras planas en los diarios porque, salvo su indisciplina ante el árbitro en Rusia, se mantuvo alejado de los escándalos y eso no gusta, aún cuando suma 24 victorias, siete empates y cinco derrotas en su paso por el equipo nacional.
México es junto a Alemania y Brasil uno de los tres países que se clasificó a octavos de final en cada una de las últimas seis Copas Mundiales, pero a diferencia de los otros dos que fueron campeones, los mexicanos jamás avanzaron a cuartos. El equipo cerró el año en el lugar 16 del ránking de FIFA y no hay elementos para darlo como favorito en Rusia 2018.
Sin embargo el día del sorteo para el Mundial Osorio pidió el deseo de enfrentarse a los más fuertes en la fase de grupos y después, una muestra de su mentalidad ganadora.
Quizás al cambiar a los jugadores de un juego para otro, el estratega no podrá nunca establecer un esquema y tal vez con eso quite confianza a sus jugadores, pero es su forma de dirigir y con ella tiene números ganadores, con los cuales se mantuvo vivo como entrenador de la selección.