París, 23 ene (EFE).- El español Rafa Benítez, técnico del Newcastle inglés, defendió su trabajo en sus anteriores clubes y lamentó no haber contado con el apoyo de la directiva del Real Madrid, al que entrenó seis meses entre 2015 y 2016.
En una alusión a lo que vivió en el Real Madrid, el entrenador español, de 60 años, constató que fue destituido cuando estaba "instalado un proceso y un método" que no agradaba al presidente, al que no nombra en ningún momento.
Paradójicamente, Benítez apuntó que ese mismo presidente sí que aprobó la gestión de su sucesor, que "poco a poco había retomado los mismos principios" que él.
El presidente "sabe que el trabajo llevado a cabo es el bueno, pero, a veces, cede a una presión exterior", dijo el entrenador, sin aportar más detalles.
El extécnico del Valencia, Liverpool, Chelsea y Nápoles contó que es esencial tener el respaldo nítido de la directiva para gestionar un vestuario.
"Si los jugadores saben que el entrenador está apoyado por la dirección siguen el plan sin rechistar. Cuando no sienten que hay ese apoyo la situación comienza a hacer aguas y es cuando sale debilitado el entrenador", destacó.
Beñítez, que ganó durante su carrera 13 títulos, entre ellos la Liga de Campeones de 2005 con el Liverpool, recordó que hoy es "un mejor entrenador" después de haber dirigido la pasada temporada al histórico Newcastle en la Segunda División inglesa.
"Entiendo que muchos sacasen conclusiones precipitadas por haber aceptado entrenar en Segunda. Lo acepto. Pero también hay otros que han debido decir: 'Es un técnico que tiene la suficiente confianza en sí mismo como para ir a la Segunda, a pesar de haber ganado varios títulos internacionales. A ver qué es capaz de hacer en ese contexto", subrayó.
Benítez, que logró el pasado curso el ascenso con "las Urracas", destacó el desafío físico y táctico, sobre todo en las jugadas a balón parado, que representa la Segunda inglesa.