Con el corazón dividido entre el quirófano y la cancha, un grupo de médicas panameñas se alista para enfrentar uno de los desafíos más singulares de sus vidas: representar a Panamá en la Copa Mundial de Fútbol Médico Femenino programado a realizarse del 5 al 12 de julio en la ciudad de Dublín, Irlanda.
Bajo la guía del director Orlando Aguirre y su cuerpo técnico, estas médicas han logrado sostener una exigente rutina de entrenamientos, a pesar de las exigencias diarias de su profesión.
Algunas viajan cada semana desde distintos puntos del país, recorriendo largas distancias solo para poder entrenar con el equipo. El compromiso es tal, que ni los turnos prolongados ni las emergencias médicas han frenado su determinación.
La capacidad de coordinar sus agendas para cumplir con ambos mundos, el hospital y la cancha, revela una organización impecable y una pasión que trasciende lo deportivo. No se trata solo de jugar, se trata de representar un ideal de esfuerzo colectivo y disciplina personal.
Después de su debut en Australia en 2024, Panamá vuelve a este escenario internacional con nuevas metas y más experiencia a cuestas. Este año, el desafío las lleva hasta Irlanda, con la ilusión renovada de poner en alto el nombre del país en una competencia que reúne a selecciones médicas de todo el mundo.
La faceta académica de esta experiencia cobra tanta relevancia como el propio reto sobre el terreno de juego. Las seleccionadas panameñas aprovecharán su estadía en Dublín para participar en un congreso médico de alto nivel en el University College Dublin.
Allí se explorarán temáticas cruciales como el tratamiento de lesiones deportivas, estrategias modernas de rehabilitación y nuevas perspectivas en medicina aplicada al deporte.
Esta combinación entre competencia física y actualización científica convierte el viaje en una oportunidad integral, donde la pasión por el conocimiento corre a la par del amor por el juego.