El Paris Saint-Germain se consagró campeón de la Champions League 2025 tras vencer de manera aplastante al Inter de Milán por 5-0 en el Allianz Arena de Múnich. El equipo de Luis Enrique firmó una actuación inolvidable en la que no dejó margen para las dudas. Desde el primer minuto, impuso condiciones con una presión asfixiante y un juego de posesión tan dominante como eficaz.
El PSG logró así su primera corona europea en una noche histórica que quedará grabada por la contundencia del resultado y la autoridad con la que se impuso. Los goles fueron obra de Achraf Hakimi, Khvicha Kvaratskhelia, Senny Mayulu y un doblete de Désiré Doué, quien se consolidó como una de las revelaciones de esta edición del torneo.
Luis Enrique, artífice de este equipo coral, entró en la historia grande de la Champions League al conquistar su segunda "Orejona", sumándose al selecto grupo de entrenadores que la han ganado con dos clubes distintos. Diez años después de levantar el trofeo con el FC Barcelona, lo hizo con un PSG completamente transformado, sin depender de figuras como Messi, Neymar o Mbappé, sino con una identidad colectiva sólida y ambiciosa.
La goleada del conjunto parisino también rompió récords: se convirtió en la mayor diferencia de gol en una final del torneo, superando clásicos como el 4-0 del Milan al Steaua en 1989 o el del Bayern Múnich ante el Atlético de Madrid en 1974. El 5-0 quedará como una de las exhibiciones más contundentes que se recuerden en una definición continental.
En conferencia de prensa, Luis Enrique sorprendió al proponer a Ousmane Dembelé como su favorito al Balón de Oro. “Toda la gente se pregunta a quién se lo daría. Yo se lo daría al señor Dembelé. No solo por los títulos o los goles, sino por cómo ha defendido, cómo ha presionado, por su humildad. Eso es liderazgo”, afirmó.
El técnico también tuvo palabras de admiración para el Inter, pese a la dura derrota. “Me gustaría destacar algo poco común: cuando nosotros recogíamos el trofeo, ellos esperaron con respeto. Eso es una lección para los niños. No solo hay que saber ganar, también hay que saber perder”, señaló.En cuanto al desarrollo del partido, el entrenador asturiano explicó: “El equipo estuvo excepcional. Hemos presionado a un rival durísimo con intensidad muy alta, estuvimos compactos y con mucha energía. Hemos jugado un partido redondo”.
Luis Enrique, que llegó al banquillo parisino en medio de dudas tras la salida de Kylian Mbappé rumbo al Real Madrid en 2024, logró transformar las críticas iniciales en una ovación unánime. La decepción del pasado fue el combustible para alcanzar la gloria en este presente.
Finalmente, puso la mira en el siguiente gran objetivo: el Mundial de Clubes. “No esta primera edición, pero es un formato que se volverá increíble. Como los torneos de selecciones, pero con clubes. Queremos cerrar este año con el broche de oro y ganar el quinto título”.
Después de años de frustraciones y millones invertidos, el PSG alcanzó el sueño que tanto se le había negado. Y lo hizo a lo grande: con una goleada, una idea de juego clara, y un técnico que ha devuelto el protagonismo al banquillo. París, al fin, celebra su noche mágica en Europa.
Por: Rodolfo Mendoza