El golfista español, Jon Rahm se impuso en Augusta National para ganar el Masters, primer torneo grande del año. Rahm se convirtió en el cuarto español en colocarse la chaqueta verde y en el primer europeo en conquistar el Masters y el US Open.
Fue una maratónica jornada para el nacido en Barrika, País Vasco, quien inició la ronda final dos golpes por detrás del estadounidense Brooks Koepka quien lideró la competencia desde el final de la segunda ronda. Horas antes habían tenido que jugar 12 hoyos correspondientes a la tercera ronda, suspendida por una tormenta que afectó Augusta National entre viernes y sábado.
Koepka perdió los dos golpes de ventaja tras registrar bogeys en los hoyos 4 y 6, momento en el que Rahm tomaba el liderato tras el birdie del hoyo 3. La ventaja del vasco se ampliaría en el hoyo 8 cuando volvería a anotarse un birdie.
Mientras caía Koekpa producto de un mal día, Phil Mickelson y Jordan Spieth se encargaban de levantar al público con rondas de 65 y 66 golpes, respectivamente que les dejaban con 8 y 7 golpes bajo el par para el campeonato. El -8 de Mickelson dejaba una margen de error manejable pero no del todo cómodo para Rahm de cara a los últimos 9 hoyos, sobre todo después que el español hiciera un bogey en el hoyo 9.
Pero no falló. El 'león de Barrika', como se le conoce a Jon Rahm se mostró sólido en los últimos 9 hoyos, logrando birdies consecutivos en 13 y 14 para colocarse 12 bajo par y ampliar su ventaja. Ya lo sentía en su mano.
Koepka volvío a apretar con birdies en los hoyos 15 y 16 que le ponían 9 bajo par, pero un bogey en el 17 le volvía a colocar igualado en el segundo puesto con 8 bajo par. Esto dejaba a ‘Rahmbo’ cada vez más cerca de la chaqueta verde.
Los nervios llegaron para el ganador del US Open en 2021 en el tee del hoyo 18, cuando su salida se fue a los pinos sembrados a la izquierda del fairway, aunque la suerte estuvo del lado de Rahm luego que la pelota golpeara y volviera al centro del camino, eso si bastante atrás.
Un potente segundo tiro y un ‘approach’ bien ejecutado le hicieron sacar la primera gran sonrisa, ya se sentía ganador. El trabajo estaba hecho y el sueño, cumplido.
El putt para sellar el hoyo 72 del torneo con un par entraba y las manos de Jon Rahm apuntaron al cielo de Augusta, así ganaba su segundo torneo grande y su primer Masters.
Sus primeros abrazos correspondieron para su esposa, Kelley, y sus dos hijos quienes le esperaban fuera del green. La siguiente persona que se le acercó fue nada más y nada menos que José María Olazábal (ganador en 1994 y 1999 del Masters) quien vestido con su chaqueta verde le daba un gran abrazo y se le pudo escuchar decirle “tenía que ser hoy" recordando el cumpleaños del desaparecido, Severiano Ballesteros.
“Obviamente soñaba con este momento, pero la emoción y todo lo que sentí cuando supe que ese tercer tiro en el 18 fue bueno y la pelota quedó cerca fue muy potente. Nunca pensé que lloraría al ganar un torneo de golf y aquí estuve muy cerca”, comentó en conferencia de prensa, Jon Rahm.
“Esta victoria significa mucho para mí y para el golf español, es el décimo ‘major’ para mi país y soy el cuarto español en ganar el Masters. Estoy orgulloso de lo que hice en la cancha este fin de semana, no puedo decir mucho más. Esta va por Seve”, dijo un emocionado Rahm.
El mejor amateur fue el texano, Sam Bennett, quien no sólo hizo un buen torneo, sino que llegó a estar entre los líderes.
El latinoamericano mejor ubicado fue el chileno, Joaquín Niemman que finalizó empatado en el puesto 16 con dos golpes bajo el par. Con cinco sobre par se ubicó en el puesto 39 el mexicano, Abraham Ancer y el chileno, Mito Pereira acabó en el puesto 43 con seis sobre par.