Nueva York, 8 sep (EFE).- La alemana Angelique Kerber, segunda cabeza de serie, vio cumplido su sueño de alcanzar la primera final del Abierto de Estados Unidos al derrotar esta noche en semifinales 6-4 y 6-3 a la danesa Caroline Wozniacki.
Su verdugo fue la joven checa Karolina Pliskova, de 24 años, que la ganó en dos sets 6-4 y 7-6 (5) y se convirtió en la tercera tenista que en el Abierto de Estados Unidos eliminó a las dos hermanas Williams, tras hacerlo primero con Venus en la cuarta ronda.
La primera que lo consiguió fue la belga Justine Henin, en el 2007, y luego lo hizo su compatriota Kim Clijsters, en el 2009.
"Aún no me lo creo", declaró Pliskova. "En realidad, sí que me lo creo. Siempre supe que podía ganarle a cualquiera si podía mostrar mi juego. Es fantástico estar en la final de un US Open y vencer a Serena porque es una campeona".
Pliskova, que es la primera tenista checa que alcanza la final del Abierto de Estados Unidos cuando lo jugó Helena Sukova, en 1993, y lo perdió ante la alemana Steffi Graf, también es la cuarta mujer que derrota a las hermanas Williams en un mismo torneo de Grand Slam.
El duelo de primeras finalistas en el Abierto de Estados Unidos será el octavo enfrentamientos que ambas tenistas han tenido como profesionales, con ventaja de 4-3 para Kerber, que a partir del próximo lunes, al margen de lo que haga en la final, será la nueva y flamante número uno del mundo tras el reinado de Williams durante 186 semanas seguidas.
Kerber ante Wozniacki, la exnúmero uno del mundo, ahora en el puesto 74, salió doblemente motivada al partido que se disputó en la pista central Arthur Ashe tras conocer la derrota de la hermana menor de las Williams.
La tenista alemana, ganadora de la medalla de plata en los Juegos de Río de Janeiro, y finalista en el torneo de Wimbledon, estuvo siempre en control del juego con apenas 16 errores no forzados, 10 menos que su rival, lo que le permitió ponerse en el primer set con ventaja parcial de 4-0 en el primero y 5-1 en el segundo.
Aunque Wozniacki reaccionó lo hizo demasiado tarde y sin opción a la remontada en la hora y 26 minutos que duró el partido.
Kerber se sintió siempre la nueva número uno del mundo del tenis femenino y como había adelantado estaba lista para mantener la gran oportunidad de luchar otro su segundo título de Grand Slam.
"Hasta ahora he vivido un torneo maravilloso y me falta solamente una última victoria --la más importante-- por lo que tengo que seguir concentrada al máximo de cara al partido de la final", comentó Kerber.