CONTUNDENCIA. Y lo resalto con mayúscula cerrada. Esta fue la clave de Tauro para levantar la estrella #17. El equipo de Felipe Baloy fue como un martillo y le enterró dos clavos a un caótico Plaza que no jugó a nada. No podían ni tejer 2 o 3 pases. ¡Qué desastre!
Las cosas como son: Tauro le dio la pelota a Plaza para tener los espacios, la dinámica y la contundencia de Yilton Díaz y Ángel Díaz para el 1-0 y 2-0 respectivamente. Tuvo la inteligencia de presionar, contragolpear y atacar. Y defensivamente supo cerrarse ante el desorden ofensivo de los placinos.
Tauro arrancó con un 4-3-3 bastante equilibrado. Alex Rodríguez se vio muy atento en la portería; Roberto Chen y Jan Carlos Vargas bien posicionados y despejaron todo lo que rodaba en su zona; Rodolfo Rodríguez se sacrificó en la marca por derecha y Ángel Díaz fue el más atrevido en ataque por izquierda. El trivote fue CORE del más laureado. Yearwood de volante central, Véliz y Gudiño de interiores con un ida y vuelta imparable. Ramses de León hizo daño con su velocidad y cambios de ritmo en el 1 vs. 1, mientras que Omar Browne se dedicó a luxarle las caderas a los defensores placinos. Que decir del juego sin balón de Yilton Díaz: callando bocas (incluida la mía). Por último: Nicolás Anderson, Yair Jaén, Camilo Villegas y Cristian Quintero entraron para repellar el triunfo con un 4-4-2. Baloy terminó con 4 volantes de marca. Es un ajedrecista.
A Plaza le puedo dedicar un libro por tantas falencias, pero lo haré en otra ocasión. Mis respetos para Felipe Baloy —a él le haré una columna aparte tirándole flores—, mis respetos para la junta directiva, mis respetos para la afición y mis respetos para los verdaderos protagonistas: los jugadores.
¡¡¡Felicidades al más laureado y vengan como quieran!!!