El campeón no está listo para despedirse. Este jueves, en un Juego 6 cargado de tensión, los Denver Nuggets intentarán empatar la serie ante unos Oklahoma City Thunder tan jóvenes como implacables. La NBA arde en el Oeste.
Denver llega herido, pero no vencido. La derrota en el Game 5 fue un golpe duro 112-105 en Oklahoma pese a la exhibición colosal de Nikola Jokic: 44 puntos, 17 rebotes, 5 asistencias y un 68% de acierto en tiros de campo. El serbio volvió a mostrar por qué es uno de los jugadores más dominantes de su generación, aunque esta vez no alcanzó.
Aún así, hay motivos para creer. Jokic promedia 26.5 puntos, 12.9 rebotes y 8.1 asistencias en estos playoffs, con una eficiencia que lo convierte en un problema sin solución cuando recibe con espacio. Su control del juego, sumado a la experiencia del núcleo campeón, mantiene viva la ilusión en Colorado.
Del otro lado, OKC sigue sorprendiendo. Con un juego rápido, agresivo y una defensa intensa, el equipo de Mark Daigneault ha impuesto su estilo. Shai Gilgeous-Alexander lidera con 31 puntos por noche, Jalen Williams aporta desequilibrio constante, y Chet Holmgren se consolida como ancla defensiva. En casa, han sido imparables: 3-0 en esta serie. Pero fuera de casa, el Thunder ha mostrado fisuras. Cuando Denver consigue imponer el ritmo en media cancha y limita las pérdidas, todo cambia. Es ahí donde los Nuggets deben golpear. La experiencia de este equipo en momentos límite puede marcar la diferencia.
El Juego 6 lo definirá todo: o hay séptimo partido… o se termina el reinado de Denver. Y Jokic no parece dispuesto a ceder la corona sin pelear hasta el último segundo.
Por: Rodolfo Mendoza