Opinión

Con el fútbol son "poco importa"

En nuestras narices se caen en pedazos los pocos estadios de fútbol y nadie hace nada. Son ciegos, sordos y mudos. El Armando Dely Valdés es una "porquería".

Álvaro Martínez
Por Álvaro Martínez

¿Hasta cuándo? ¡Ya basta! La familia del fútbol panameño está cansada y decepcionada del "poco importa" de los pasados y presentes mandatarios en materia infraestructuras. Los estadios del fútbol panameño se caen en pedazos y los encargados del deporte nacional son ciegos, sordos y mudos. Esto hasta que ocurra una desgracia o haya una huelga.

Y la desgracia casi ocurre hace unos días. En el Armando Dely de Colón se cayó una lámpara pesada antes del duelo Árabe vs. Sporting, y en el Rommel se desmoronó parte del cemento. ¿Los panameños se merecen esto? ¿Por qué los estadios de fútbol son los más olvidados por el Gobierno? ¿Están esperando una desgracia? ¿Por qué no ejecutan "el mantenimiento"?

Me duele tanto por el panameño de a pie. El fútbol es el deporte del pueblo. De la gente pobre. De la gente de barrio. Y me duele más por los futbolistas. ¡Esto es desmotivante! En el fútbol hay desigual total. En pleno 2023, hay provincias como Los Santos y Darién que ni siquiera tienen un estadio digno. Que decir del Distrito de Arraiján. ¡Totalmente olvidado!

Volviendo al Armando Dely Valdés, me da pena con sus hermanos y familiares. Dicha gloria no merece llevar el nombre de esa "porquería". Me duele por mis hermanos colonenses. Por otro lado, el Rommel Fernández es un estadio viejo. Con más de 50 años. ¿Será que la Selección no se merece un estadio moderno teniendo el Canal interoceánico más famoso?

En medio de rascacielos y lindos estadios de béisbol, Panamá es el chiste de Centroamérica con estadios de malas gramas sintéticas, con baños sucios y graderías de quintomundo. ¡Ah!, pero cuando vamos al Mundial, todos esos "innombrables" quieren estar en la foto. Y cuando llegan al poder, no respetan nuestros impuestos y se envician con la corrupción.

Perdí las esperanzas. Tengo 42 años viendo la misma miseria. No ha nacido el Presidente o la figura que le dé su lugar al fútbol ni al deporte nacional. Somos de los pocos países del mundo sin tener un Ministerio del Deporte. En sus cabezotas, no entienden que el deporte es medicina preventiva para la salud, delincuencia y es inyección al turismo. ¡Qué decepción!

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