Madrid, 17 sep (EFE).- El estadio de Butarque recibió al Barcelona, la primera visita en la historia, con dos mosaicos que cubrieron los 11.000 asientos abarrotados y el himno oficial del Leganés cantado a capela por los aficionados.
A pesar del resultado (1-5), la afición del Leganés no dejó de animar durante todo el encuentro a su equipo, incluso cuando el centrocampista azulgrana, Andrés Iniesta fue sustituido del terreno de juego, los pepineros se levantaron de sus asientos y se volcaron en aplausos y elogios hacia el jugador culé.
No fue la única, la afición visitante, situada en fondo sur del estadio y ataviada con camisetas y bufandas azulgranas, alentó en todo momento a los pupilos de Luis Enrique, haciendo que sus cánticos resonaran durante el partido.