Pese a semanas de incertidumbre, Santos y Neymar lograron acordar una extensión contractual que mantiene al ’10’ en el equipo hasta diciembre de 2025. Sin embargo, el vínculo no incluye una cláusula de renovación hasta 2026, por lo que ambas partes deberán volver a negociar a fin de año.
El club paulista, que actualmente lucha por mantenerse en la Serie A del Brasileirao, necesita al delantero no solo por lo que aporta en el campo, sino también por su influencia institucional. En los últimos meses, la participación de Neymar ha sido clave en iniciativas estructurales dentro de la institución, como mejoras en el Vila Belmiro, en el centro de entrenamiento juvenil y en el fútbol femenino.
Aunque las lesiones y el COVID-19 lo han limitado a solo 181 minutos en el torneo local —con tres goles y tres asistencias en total—, el club sigue confiando en su impacto. De hecho, desde su llegada, la base de socios del Santos ha crecido de 30.000 a más de 75.000, un impulso económico fundamental para una entidad que viene de años de inestabilidad financiera.
La posibilidad de extender el contrato hasta el Mundial 2026 aún no está descartada. Las negociaciones, encabezadas por el presidente Marcelo Teixeira y el área financiera del club con apoyo de una consultora externa, avanzan sobre nuevas bases. Uno de los ejes fue la reestructuración de la deuda por derechos de imagen, acordada recientemente con NR Sports, lo que abrió paso a nuevas condiciones más sostenibles.
Por otra parte, se espera que Neymar se reincorpore a los entrenamientos el próximo 27 de junio en el CT Rei Pelé, ya con la renovación firmada. El club quiere garantizar una pretemporada enfocada completamente en lo deportivo, sin ruido externo que comprometa la preparación.
Tanto el jugador como la directiva han manifestado su interés en continuar, aunque con ajustes contractuales que reflejen el estado físico del atacante. Entre las propuestas discutidas, figuran cláusulas de productividad que elevarían sus ingresos según el rendimiento en la cancha, un enfoque que permitiría reducir riesgos financieros para el club y ofrecerle al jugador un camino hacia el Mundial.
Mientras tanto, Brasil, el Mundial y Carlo Ancelotti esperan. Neymar sabe que volver a su mejor forma física en la segunda mitad del año será crucial para aspirar a la lista final de la selección nacional rumbo a 2026.