Kevin Walder ha venido alzando la mano en sus primeros tres partidos en este pre-mundial sub17; ya no solamente por un tema de goles, sino por todo lo que es capaz de otorgar ofensivamente a los chicos de Mike Stump.
Stump había plantado su línea de 5-3-2 para proteger lo mejor posible cualquier acometida mexicana, pero los chicos se le habían quedado a medio camino cuando recuperaban o necesitaba instalar los ataques en campo contrario.
Con el ingreso de Kevin Walder (su suplencia no se entendió) 'la rojita' comenzó a ganar metros y en consecuencia acrecentó su dominio. Elevo nivel y altura del bloque, alargó jugadas y manifestó una sensación de peligro constante sobre la portería rival.
Walder parece un jugador sistema en si mismo en cuanto ataque se refiere. Da mucho al equipo desde sus virtudes para retención de espaldas, y parece llevar un punto mayor de madurez en su juego con respecto a sus homónimos: toca lo necesario, decide bien y no le pueden las prisas.
Junto a Luis Garcia dibujó un tándem interesante a la hora de mezclar rupturas y apoyos. Cuando Panamá buscó saltar líneas, bien fuera tras iniciar la fase ofensiva o luego de una posterior recuperación para salir a la contra, Kevin lo interpretó a las mil maravillas. Siempre desde su brillante movilidad para gestionarse su espacio o descargar. También para picar y ganar la profundidad. Justo en un desmarque suyo Panamá fabricó el penal del empate.
Estuvo incisivo cerca del área y con ello la amenaza siempre estuvo latente. Aún le queda torneo y especialmente años para demostrar, pero Kevin Walder ya ha dejado pinceladas muy interesantes.