Anne Hidalgo, alcaldesa de París, cumplió su promesa y nadó en el río Sena para demostrar la seguridad higiénica del cuerpo de agua que podría albergar algunos eventos de los Juegos Olímpicos.
Eventos como natación a aguas abiertas y triatlones prevén usar el Sena como escenario de competición, pero un cambio de ubicación es posible.
Con más de un centenar de años siendo prohibido, el Sena finalmente estaría "habilitado" para el nado deportivo.
Sin embargo, el temor de los residentes de la ciudad inspiró una nube de incertidumbre, poniendo en debate si se debiese usar el río o no pese a la inversión que se le ha atribuido.
Según fuentes, los organizadores han instalado una cuenca gigante con agua de reserva debajo del río para mantener el agua limpia. Así mismo, la institución de Eau de Paris monitorea a diario la calidad del agua.
Durante algunos testeos, en el agua se han encontrado altos niveles de bacterias insalubres como Escherichia coli, a causa de las precipitaciones que caen sobre el río. No obstante, la presencia de este microbio ha tenido una baja significativa en los últimos meses.
A la exhibición de nado se sumó Tony Stanguet, presidente del comité organizador los Juegos Olímpicos de París 2024.