Por Jhavid Zapata
Lamar Jackson y los Baltimore Ravens están a una victoria de regresar al gran juego, hazaña que la franquicia no ha podido repetir desde el 2013 cuando vencieron a los San Francisco 49ers en el Super Bowl XLVII (47). Por otro lado, los Chiefs de la mano de Patrick Mahomes, intentarán llegar a su cuarto Super Bowl en las últimas cinco temporadas.
El aspecto más fuerte de la ofensiva de Baltimore es su juego terrestre, donde terminaron con la mayor cantidad de rushing yards en la liga (2,661) y como la cuarta ofensiva con más touchdowns por tierra (26).
Jackson demostró el poder de este arrollador juego terrestre la semana pasada en la victoria sobre Texans, donde publicaron 229 yardas por tierra y sellaron una victoria cómoda en la segunda mitad. El TE Mark Andrews, target clave de Jackson, fue reactivado del Injured Reserve y jugará la Final de Conferencia.
Mahomes se ha apoyado de su tight end Travis Kelce y el rookie wide receiver Rashee Rice y han mostrado ser más que eficientes en la postemporada en sus partidos contra Miami y Buffalo. Kansas City corre un sistema ofensivo donde pasan continuamente el ovoide, pero encontraron en el running back Isiah Pacheco otra dimensión de explosividad que mantiene a la defensivas precavidas.
Los Chiefs no contarán con la participación de los siguientes titulares para la Final de Conferencia: Derrick Nnadi (DT), Skyy Moore (WR) y Joe Thuney (G).
Las defensas de ambos equipos fueron las mejores de la liga en cuanto a puntos permitidos durante la temporada regular. (Baltimore terminó primero y Kansas City segundo.) Ambos equipos se han enfrentado en 12 ocasiones, donde Kansas City lidera la serie 7-5 ante Baltimore.