Lo bueno y malo de Panamá vs. Martinica (2-1) en el New York Red Bulls Arena. Esta victoria le dio la clasificación a 'La Roja' a los cuartos de final de Copa Oro 2023...
Lo bueno de Panamá:
• Volumen ofensivo por las bandas.
• Más intensidad que ante Costa Rica.
• Un alto XG (expectativa de gol) de 2.24. Muy buena.
• Harold Cummings con una notable mejoría como último hombre de Panamá.
• Andrés Andrade con un ida y vuelta incansable por izquierda.
• Adalberto Carrasquilla con un juego europeo. El mejor de Panamá en lo que va de Copa Oro.
• Aníbal Godoy con un enorme trabajo de sacrificio en los relevos, permutas y recuperación.
• Eric Davis y Michael Murillo con mucha libertad ofensiva con el 3-4-3.
• Édgar Yoel Bárcenas hace una labor que pocos entienden. Es el enlace entre líneas, es el que conduce la pelota entre 20 a 40 metros mientras sus compañeros explotan su movilidad y abren los espacios del rival.
• José Fajardo volvió a golear y no bajó los brazos con sus diagonales, sus desmarques de ruptura y su pressing en la salida del enemigo.
Lo malo de Panamá:
• Abusamos de los centros con un solo hombre en punta. Y ustedes dirán: pero los goles han llegado con los centros. Cierto es. Sin embargo, no puede ser la única arma y hemos enfrentado a dos selecciones limitadas como Costa Rica y Martinica. Toca ser más equilibrado y buscar más juego por el centro. Alternar. No ser tan referenciado.
• Nos cuesta definir, generar y asociarnos en los primeros tiempos. Somos desordenados en ofensiva. Muchas veces somos una isla y otras veces nos chocamos.
• El sistema 3-4-3 es muy corto y nos cuesta volver a tener superioridad territorial en los repliegues. Nos salvamos de la inocencia de Martinica. El 4-2-3-1 debe volver para cuidar los resultados a favor en la segundas partes. Te lo recomiendo, Thomas Christiansen.
• La desconcentración después de los 90'. El equipo se relaja, hay fatiga y el daño viene de derecha al centro de nuestra zaga. Regalamos muchos espacios para el desmarque y la circulación del rival. Ojo... Van dos veces y en cuartos de final podemos llorar.